¿Qué beneficios nos aporta el Tahin?
El Tahín (o Tahini) es una pasta hecha de sésamo molido muy popular en la cocina asiática y de Oriente medio. Hace unos años empezó a hacerse popular y cada vez es más fácil encontrarlo en diferentes tiendas.
Su sabor es intenso, tostado y con un punto amargo delicioso que funciona genial para incorporarlo en recetas y también para untarlo en pan y comerlo tal cual.
Existen dos tipos de Tahín:
- El Tahín blanco se prepara con las semillas crudas, sin tostar, por lo que tiene más propiedades antioxidantes (aunque al no tener cáscara su contenido en calcio es menor).
- El Tahín tostado se prepara con las semillas tostadas, su sabor es más intenso que el anterior y desprende un aroma tostado muy rico.
El Tahín es un alimento rico en grasas y de gran aporte calórico, por lo que se recomienda siempre consumirlo en moderación. Aun así, aporta tantos beneficios al organismo que es mucho más saludable y más fácil de asimilar que la mantequilla u otras salsas y cremas untables. Además, de forma natural no contiene ni gluten ni lactosa y también es apto para dietas veganas.
Algunas de sus propiedades más importantes son:
- Las semillas de sésamo contienen sesamol (un antioxidante natural), además de ácido oleico y linoleico (que mejoran la salud cardiovascular).
- Es rico en vitaminas, minerales (como el hierro, calcio, magnesio, fósforo y zinc) y aporta altas cantidades de proteínas de calidad.
- Ayuda a tener una buena digestión y a asimilar mejor los nutrientes de los alimentos, igual que el sésamo.
- Su aporte de calcio es enorme, cada 100 g de Tahín contienen más de 400 mg de calcio.
- El fósforo y la lecitina ayudan al buen funcionamiento del cerebro y son geniales para los problemas de concentración, la falta de memoria.