Vivir sin cobertura telefónica: ¿paraíso o infierno?
En Sillar Baja, Granada, los vecinos viven en un constante debate.
Prácticamente, no pueden llamar por teléfono en su pueblo, aunque por otra parte, apenas nadie les molesta. El repetidor de señal más cercano no hace su trabajo desde hace más de 20 años.
En pleno Siglo XXI parece una locura vivir sin cobertura móvil, ya no solo por ser la señal que nos permite establecer llamadas, sino que también incluye la red 3G y 4G, o dicho de otra forma, la conexión a Internet desde dispositivos móviles. Esto para muchos puede parecer un infierno… o un paraíso.
Sin cobertura telefónica no hay llamadas, mensajes, whatsapps, tweets, stories ni notificaciones. Conforme te adentras en Sillar Baja, el smartphone se convierte en un pisapapeles y florece la sensación de volver a formar parte de la naturaleza. Apenas unos vecinos lo utilizan como reloj o calculadora. Es una desconexión forzosa, pero que al final se agradece. Tras superar los primeros impulsos por abrir redes sociales y aplicaciones varias, la calma invade a los turistas. La tensión constante desaparece y el qué me estaré perdiendo deja de ser importante. El paraíso para cualquier maestro zen.
Pero no todo son beneficios. Ya sabemos lo crucial que puede ser contactar rápidamente con una ambulancia, localizar a tu hijo pequeño cuando sale con sus amigos o saber a qué hora sale el autobús. Además, estos pequeños pueblos dependen del turismo para generar riqueza y ven lastrados sus esfuerzos debido a la falta de comunicaciones. Son muchos los turistas que cambian su destino al conocer esta problemática.
Aunque claro, si lo que buscas es desconectar de la sociedad y descansar de notificaciones y alarmas quizá no te parezca un precio muy alto que pagar. Y tú, ¿cómo lo ves? ¿Sería un paraíso o un infierno vivir sin cobertura telefónica? Desde NaturGreen nos encanta pensar que vivir de forma más natural es posible, y alimenta el poder de las personas.