Vaya, vaya, aquí sí hay playa
Hoy en día, playas de origen salvaje y natural se han convertido en una expansión de nuestras ciudades y cuentan con todo tipo de instalaciones: balnearios, chiringuitos, spas, edificios a pie de playa, parques, contaminación de barcos, etc. Por eso es necesario un proyecto ecológico que conlleve menos servicios, pero más playa, donde se recupere y se respete a la naturaleza. Las playas ecológicas están libres en contaminación, en caso de que tengan instalaciones como paradores, estos estarán construidos con materiales eco-friendly.
Un ejemplo serían las playas de la reserva natural de la bahía de Hanauma, en Hawaii. Se trata de playas absolutamente vírgenes que están protegidas con varias medidas para disminuir la contaminación. Cada persona que quiera acceder debe ver un vídeo de concienciación sobre cómo cuidar el entorno para no deteriorar la fauna y flora. También encontramos la playa de Whiteheaven, con 7 kilómetros de largo, en Australia, está nombrada la playa más ecológica del mundo en 2012; no se permite fumar dentro de la playa y no está permitido nada que pueda perturbar el paisaje. Colecciona muchos más títulos como mejor playa de Australia, playa más limpia e incluso a la más eco-friendly.