Escuelas sostenibles construidas con residuos, un ejemplo a seguir
A 80 kilómetros de la capital de Uruguay, en Montevideo, destaca una escuela con una peculiaridad que ayuda al planeta. Un lugar donde las escuelas sostenibles construidas con residuos, son un ejemplo a seguir. En la localidad de Jaureguiberry, 100 niños de un pueblo con 500 habitantes asisten desde 2016 a la primera escuela construida a base de residuos y completamente autosustentable en Latinoamérica.
Este edificio tardó 45 días en levantarse, se fabricó con 2000 neumáticos, 5000 botellas de vidrio, 2000 m² de cartón y 8000 latas, y además produce su propia energía con paneles fotovoltaicos y molinos de viento. Además, los paneles fotovoltaicos instalados en el tejado autosustentan la energía de todo el colegio y ayudan a conseguir una buena temperatura. El techo del edificio también sirve para recolectar el agua de la lluvia, que es trasladada a tanques con capacidad de 30.000 litros, después se filtra y se usa para lavarse las manos, regar el invernadero, o los váteres. Al menos una vez a la semana, los niños dedican una hora a recoger las frutas y verduras que han plantado y criado, luego las cocinan y se las comen en el comedor.
En España existen muchos colegios con programas educativos que alimentan la conciencia ecológica de los más pequeños. Incluso algunas de ellas cuentan con un huerto ecológico propio y cultivan sus propios vegetales para impulsar una educación basada en el respeto al medio ambiente y en el cuidado de la naturaleza. Además algunas usan energías limpias como placas solares. Sin embargo no se pueden considerar como 100% ecológicas como la de Uruguay, donde los niños conviven con la naturaleza, aprenden a respetarla y a vivir sin dañarla y el reciclaje forma parte de su vida diaria desde que son pequeños.
Este proyecto tan necesario fue apoyado por 200 empresas e instituciones del país, se estima que costó menos de 350.000 euros y en su construcción participaron más de 100 voluntarios de 30 países distintos, además de los vecinos del pueblo y los alumnos y profesores de la futura escuela. Definitivamente es un ejemplo a seguir cuya construcción implicó a toda la comunidad unida con el planeta.