Cómo organizar una lista de la compra saludable
“Lo que compres es lo que acabarás consumiendo”, partiendo de esta premisa, es importante organizarse lo mejor que sepamos para conseguir hacer una compra donde lo acabemos aprovechando todo al máximo, y que además, acompañe a una buena alimentación saludable. A menudo, ir a hacer la compra puede ser aburrido, monótono y a veces, hasta compramos productos que no acabamos comiendo. Sabemos que no todo el mundo aprende desde el primer día a hacer una buena compra, así que hemos recogido una serie de consejos que consideramos importantes para #AlimentarTuPoder, sacar el máximo partido posible a la comida y a la vez llenar la nevera de comida sana.
Es mejor darle más importancia a la variedad que a la cantidad, fruta verdura, pescado, legumbres, huevos, carne blanca, frutos secos, cereales etc. En resumen, comida sin procesados, ni refinados.
Programa un menú semanal, de esta forma irás directamente a los productos que necesitas, sin pasarse y sin ningún “esto por si acaso”, organizarse la compra previamente es una de las claves, El consejo por excelencia también es ir a comprar sin tener hambre, disminuirá considerablemente la cantidad de productos que terminan pasando por caja, y así no te sales de la lista.
Uno de los consejos estrella es que si tienes la posibilidad de comprar en el mercado, plantéate el alejarte del carro de la compra como una oportunidad, habrá comida fresca y de temporada, evitando los productos precocinados.
Hay que ser creativo e intentar innovar con nuevas recetas saludables que te inspiren para motivarte a la hora de cocinar descubriendo nuevos sabores y probando alimentos que nunca habías usado, ¡ten curiosidad!. También es necesario recordar que hay que evitar tener la despensa llena de galletas de chocolate, bollería, y demás tentaciones constantes, si no lo compras, no te lo puedes comer. Por supuesto, si tienes un capricho que no puedes ni quieres dejar de comer, ¡ve a por ello! Pero compra solo lo que vas a poder gestionar adecuadamente.
Échale un vistazo a las etiquetas de los productos, aprender a leer las etiquetas es menos común de lo que debería ser, y conocer qué tipo de alimento estás metiendo en tu casa es clave para conseguir el objetivo de una alimentación saludable.